¿Puede crearse la adiccion a internet?
Esta es una de las preguntas que se están haciendo muchos psicólogos desde hace algunos años debido al cada vez mayor grupo de personas que encuentran dificultades para llevar una vida ordenada a causa de la gran cantidad de tiempo dedicado a la red.
Internet es una tecnología social que mejora y enriquece la comunicación y fomenta la participación social pero que, en algunos casos extremos, el uso que se hace de Internet puede derivar en trastornos de comportamiento compulsivo para cierta tipología de personas.
¿Quiénes son más propensos a sufrir adiccion a Internet?
Según los expertos, aquellas personas que se creen dueñas de su destino y que piensan que sus logros son fruto de su duro trabajo; tienden a destacar más en los estudios y en los negocios; ganan más dinero y, en general, tienen una imagen optimista y positiva de su capacidad para dominar el entorno que les rodea. Este tipo de personas con un gran carácter o control interno son las más propensas a engancharse a las innovaciones tecnológicas y, en definitiva, a Internet ya que ofrece muchísimas oportunidades de controlar lo que hacen en todo momento como por ejemplo, comprar un billete de avión, ver el video que nos apetezca, mandar un email, entre otros.
¿Cómo podemos sufrir adiccion a Internet?
Existen ciertas situaciones con más riesgo de adicción. Una de ellas es aquella en la que el usuario tiene la oportunidad de expresar una opinión personal sobre una idea y/o concepto donde antes habría sido totalmente imposible ejercer dicho control, como por ejemplo, una sugerencia sobre una serie de televisión en su foro oficial con miles de seguidores. Anteriormente, dicha sugerencia habría caído en un saco roto.
Otra de los entornos que invitan a los posibles adictos a engancharse más en la red son aquellas páginas en las que se prescinde de intermediarios comerciales en cualquier trato o negociación, como puede ser el caso de cualquier página de comercio electrónico o subastas. En definitiva, cualquier situación en la que el sujeto pueda controlar el entorno que le rodea en cierta forma.
¿Dónde consumen su tiempo los que son y por qué?
Los “adictos a Internet” suelen emplear su tiempo en participar en entornos de comunicación síncrona como chats y juegos multijugador en tiempo real. Estos entornos sociales ofrecen a los usuarios un premio, ya sea en forma de recompensa material o en forma de reconocimiento social. Este premio, sometido a una frecuencia variable, es lo que realmente hace que un usuario se aferre al entorno social. Cuando envían una línea de texto en un chat o realizan una acción en un juego, esperan una recompensa durante cierto tiempo como si le hubiésen dado a una palanca de una máquina tragaperras.
En los mundos virtuales y los MMORG esta recompensa puede ser la obtención de elementos especiales, más puntuación o incluso recompensas de carácter social como la reputación, la admiración y el respeto de los jugadores más veteranos. Si estamos satisfechos de la reputación obtenida en uno de los mundos, intentaremos conservarla a toda costa, lo que inevitablemente generará adicción.
Nuevos conceptos de adiccion a Internet
Con lo que no contaban los expertos psicólogos hace unos años, era el éxito inminenente de las redes sociales donde los usuarios se relacionan no sólo con desconocidos sino también con sus amigos, conocidos y gente de su entorno social de la vida real. En lo que sí acertaron es que estos nuevos entornos también son adictivos por su caracter social e incluso más fuerte aún, ya que el reconocimiento social que espera el usuario puede que esté ligado a su vida real. Por ejemplo, un usuario puede que suba una foto en su perfil social para que todos sus amigos y conocidas vean lo que ha hecho y/o dónde se encuentra en ese momento. La recompensa social en este caso sería la cantidad de comentarios y valoraciones de nuestros amigos sobre dicha foto.
Personalmente, he podido experimentar esta teoría en varias situaciones como en juegos MMORG donde los usuarios competían por tener los mejores avatares, los mejores objetos, la mayor puntuación, pertencer a la mejor alianza, etc. Otra situación más reciente es la de las redes sociales, dónde he podido ver cómo la gente se aferra pa ellas ara comunicarse con sus amigos, ver quién está online en cada momento, ver los nuevos comentarios constamente y las nuevas fotos de sus conocidos. El objetivo de todo lo anterior descrito es mejorar nuestra reputación social y personal, ya sea en la vida real o en la vida virtual y en definitiva, sentirse querido y respetado por el resto de usuarios y amigos.
La evolución de las tecnologías también está ayudando a que las personas se aferren a estos entornos sociales. Cada vez son más personas que no pueden vivir sin su iPhone o Smartphone, y no sólo por poder enviar y recibir llamadas, sino también por poder contestar a un email a un comentario en una red social al instante.
En conclusión, podemos tener dos principales grupos de adicción: aquellos usuarios enganchados a una comunidad ficticia con el objetivo de mejorar su reputación virtual ya que en la vida real no pueden ser un mago de nivel 40 querido por todos los miembros de su alianza y aquellos usuarios enganchados a una comunidad real con el objetivo de mejorar su reputación real. Estos últimos usuarios han supuesto que mucha gente que veía Internet como una simple herramienta para comprar un billete de avión o algo para gente “extraña” y “hermitaña” se convierta en algo adictivo para cualquier tipo de persona.